Coliflor con su crema

Una bonita verdura, con tantos detractores como partidarios. Y mientras unos se la comen hasta cruda, los otros, entre los que ya sabéis que me cuento, no dejamos de dar vueltas a su forma de guisarla para que nos sea más apetitosa. Mi último experimento que después de varias pruebas me parece que puede pasarse sin miedo a sobre saltos, es la que os paso a continuación que acompañé de su propia crema, hecha con los tallos de la coliflor y perfumada con piel y un poco de zumo de naranja. A ver que os parece. 

Coliflor con su crema
Coliflor con su crema

Ingredientes para 4 personas:

  • 1  coliflor de tamaño razonable, dependiendo del gusto de cada uno por esta verdura. 
  • 1 patata mediana.
  • 1 trozo de puerro blanco.
  • Caldo de pollo suficiente para cubrir la coliflor.
  • 1 naranja.
  • 1 cucharada de salsa de soja para la crema.
  • 2 o 3 dientes de ajo.
  • Aceite, sal y pimienta de molinillo.

Elaboración:  

Ponemos el caldo de pollo en una olla de buen tamaño, donde quepa la coliflor sin aprietos.

Partimos la coliflor en arbolitos y dejamos a estos con sus tallos.

Una vez que empiece a hervir el caldo de la olla incorporamos la coliflor, la patata y el puerro y dejamos que cueza hasta que esté tierna, si es en olla exprés tardará entre ocho o diez minutos.

Una vez que esté cocida, sacamos la coliflor de la olla y dejamos que escurra. Reservamos el caldo que para algo servirá.

Es el momento de cortar los tallos de los arbolitos y reservarlos. Los ponemos en el vaso de una minipimer, junto con la patata, el puerro y la zanahoria, lo rociamos con un poco de aceite crudo, un poco del caldo de la cocción, una cucharada de salsa de soja y el zumo de naranja (puede ser de una naranja o media, podéis ir probando). Batid bien todo esto, como si fuera una mayonesa, probad cómo anda de sabores y reservad. Yo, in extremis, eché una cucharadita de zumo de limón, la verdad es que da un toque. Pero no dejéis de probar la crema hasta que esté a vuestro gusto.

Partimos los ajos en láminas muy finas y los freímos en una sartén con un fondito de aceite, cuidado no se quemen, deben estar dorados. Tened en cuenta que los ajos conservan mucho el calor e incluso cuando los retiramos del fuego se siguen friendo, por lo que debemos retirarlos un momento antes de que cojan el color deseado.

Ya está todo preparado, ponemos la coliflor en una fuente de servir, rociamos la misma con el aceite y los ajos y repartimos sobre ella la crema de coliflor.

Reservamos en lugar caliente hasta la hora de comer, aunque si se toma fría también resulta.

Sugerencias útiles:

Si hay por ahí algún vegano, o alguno que no quiera matar el sabor de la coliflor, puede sustituir el caldo de pollo por agua