Patatas con chirlas y pimentón picante 

Cuando las chirlas estaban a unos precios razonables y no era el momento de comprar almejas, mi madre, para las comidas de diario las utilizaba con mucha frecuencia, y además de su "sopa de chirlas", este es uno de os platos que yo me he llevé con mi ajuar y otras costumbres.

Las patatas guisadas así, son un plato verdaderamente rico, que no tiene nada que envidiar al que se hace con almejas y resulta, no mucho, pero sí un poco más asequible. Esta es una de las muchas cazuelitas que preparo como aperitivo, pero que en muchas ocasiones son un primer plato, incluso un plato único.

Ingredientes para 4 cazuelitas:

  • 1 kilo de chirlas 
  • 800 grs. de patatas
  • Pimentón picante al gusto
  • Caldo de pescado y el caldo de las chirlas.
  • 2 huevos duros 
  • 2 ajos, 1/4 de cebolla, 1 tomate.
  • Aceite, sal, pimienta negra recién molida

Elaboración:

Lavamos las chirlas en abundante agua fría, frotando una con otras para quitarles la tierra que puedan tener sus conchas. A continuación las dejamos en un bol con agua fría y un buen puñado de sal hasta el momento de guisarlas, unos 20 o 25 minutos.

Ponemos las chirlas en una cazuela cubiertas de agua fría y las llevamos a ebullición, según las chirlas se vayan abriendo las vamos sacando del agua, no deben de cocer más, ya sabemos por otras recetas que si cuecen más de lo debido perderán el bicho. Colamos el caldo de cocción y reservamos.

Pelamos y partimos a nuestro gusto unas patatas (yo las chasco al partirlas para que suelten la fécula y ayuden a espesar la salsa)  ponemos las patatas a cocer en una cazuela partiendo del caldo de las chirlas al que ponemos un poco de sal, si es necesario añadimos un poco más de caldo.

Partimos los ajos, la cebolla y el tomate pelado, los reservamos.

En una sartén calentamos un fondo de aceite, antes de que humee, incorporamos, por este orden: ajos cebolla y tomate, dejamos que sofría todo lentamente, a continuación añadimos a la sartén una cucharada de harina y otra de pimentón picante cuando se haya frito añadimos un vasito de cerveza, dejamos que evapore el alcohol  y añadimos el sofrito a la cazuela de las patatas que ya estarán cocidas.

Confirmamos que la salsa tiene la consistencia y el sabor que nos gusta e incorporamos las chirlas. Así ya está listo para poner en platos, en cazuelitas, o comer al estilo pastor: cucharada y paso atrás que diría mi padre, pero, y esto es opcional:

Ahora viene lo mejor, como queremos que nuestros comensales, se sientan agusto en la mesa (y a mi no me gusta ver desperdicios de comidas), antes de echar las chirlas en la cazuela vamos sacando la carne de las valvas hasta donde nuestra paciencia nos diga ¡basta! y dejamos solo una poquitas con su concha a modo de adorno y no se os olvide el huevo cocido, que si no lo lleva no pasa nada.

Sugerencias útiles:

El pimentón puede ser dulce o picante, al gusto.

Si no tenéis caldo de pescado se puede sustituir por agua y una o media pastillita, dependerá de la cantidad de agua. Yo en este caso, después de poner la cantidad de agua necesaria añado la pastilla desmenuzada y poco a poco hasta que esté a nuestro (mi) gusto.