Potaje de cuaresma

Doy la receta para cuatro personas, pero en esta casa, el día de Viernes Santo que es cuando lo suelo poner, rompen el ayuno mas de uno y más de dos, ya que esto con unas torrijitas, queda de pecado. 

Ingredientes para cuatro personas

  • 300 gramos de garbanzos ya en remojo desde la noche anterior
  • 300 gramos de espinacas sólo las hojas
  • 300 gramos de migas de bacalao ya desaladas
  • 1 huevo duro picado
  • 2 o 3 rebanadas de pan frito
  • 2 cucharadas de tomate frito
  • 1 cucharada de pimentón dulce o picante, al gusto
  • 4 ajos, 1/2 de cebolla picada, 1/2 cebolla entera
  • 1 ramas de perejil, 1 hoja de laurel
  • Aceite, sal y azafrán en hebras 

Elaboración:

Poner a cocer los garbanzos en agua caliente con sal, junto con el laurel, perejil, la mitad de la cebolla entera y dos ajos, procurando que no se interrumpa la cocción. Yo recomiendo utilizar la olla a presión y en 30 minutos más o menos estarán cocidos.

Escaldar durante 2 minutos en agua caliente con sal, las espinacas que estarán bien limpias y libres de tallos. Escurrid una vez cocidas y reservar.

Ya cocidos los garbanzos y las espinacas mezclarlo todo y que sigan cociendo a fuego muy lento.

Preparar un sofrito con un poco de aceite el resto de cebolla picada al gusto, cuando esté frita la cebolla, sin quemarse, añadir la cucharada de tomate mezclar bien y reservar.

En una sartén con el aceite a fuego medio freímos las rebanadas de pan, tienen que estar bien fritas pero sin quemarse, las ponemos en el mortero con los dientes de ajo restantes y 4 o 5 granos de pimienta negra, y unas hebras de azafrán que tendremos tostado, majamos todo bien hasta que quede una pasta, que diluimos con un poco de agua de cocer los garbanzos y añadimos todo esto a la sartén del sofrito, freímos ligeramente e incorporamos el pimentón y añadimos todo ello a la olla de los garbanzos, seguir cociendo a fuego lento.

Añadimos a la olla las migas de bacalao desalado y los huevos duros picados, después de cocer todo durante unos minutos se puede servir.

La cocción debe ser imperceptible, pues tenemos que cuidar que no se nos deshagan los garbanzos.

Yo suelo servir el potaje como plato único, pero dependiendo de los comensales, pues a veces hay que alargarlo, por lo que, en este caso y como no tenía ganas de preparar un segundo, en el ultimísimo momento de la cocción añadí unos lomos de bacalao, que se hicieron con el calor residual y la cazuela tapadita.