Al Rico Puchero...
...olla, marmita, cazuela, cacerola, pote, perol, perolo, incluso cacharro, etc.; todo esto en cuanto al contenedor, pero aquí, lo realmente interesante es el contenido y ahí, hay tantas denominaciones como cocinillas dispuestos a preparar una comida, generalmente de cuchara. Una comida que, por mucho que busquemos, nunca va a ser la misma, incluso las que pasan de padres a hijos, siempre llevan alguna variante, no nos quejamos, eso forma parte de la riqueza cultural y culinaria de nuestro país.
También forman parte de la riqueza cultural de nuestro pais, España, las forma de servirlos, los vuelcos, que pueden ser de uno, como el cocido montañés, el lebaniego o el pote gallego, es decir estos y alguno más se comen todo junto; en dos vuelcos, se comerían el cocido andaluz o la escudella, es decir primero la sopa y a continuación las carnes y legumbres; y los de tre vuelcos, estos son un lujo; el maragato y el madrileño, por un lado sopa por otro verduras y finalmente carne y legumbres. Pero como ya he dicho, seguimos viendo variedades, los hay que empiezan por los garbanzos y terminan con la sopa, todo esto daría para escribir un tratado sobre este riquísimo plato.
Y para acabar, no nos debemos ovidar las calderetas, caldeiradas, estofados, etc., que generalmente se hacen con pescado o carne y patatas con alguna verdura.
Como nos seguiremos viendo por estas páginas y por si a alguno se os ocurrte escribir un tratado sobre el particular, si me entero de alguna otra variante os lo haré saber porque material hay más que suficiente.
El cocidito madrileño.
Me tenéis que perdonar, pero la realidad es que me tira mi pueblo, Madrid, y no podía faltar este puchero que, si no fuera porque esto lo leeis muchos, además de los madrileños correspondientes, me atrevería a decir que es el puchero por excelencia. Pues ya lo he dicho, pues hala a pedir perdón otra vez, por la insolencia que me invade en esto de las pitanzas.
Sobre el cocido podríamos escribir un tratado, porque desde que el hombre inventó el fuego, puso una olla con agua sobre el mismo, y empezó a echar alimentos, el cocido no ha dejado de crecer por todo el mundo mundial, y para hacer una historia más de casa nos vamos a referir a España. Creemos que nuestro cidido madrileño, y todos los demás que tiene su origen en la adafina judía