Salsa de nata y mostaza

Es una salsa que a mí me gusta para acompañar unos lomos de salmón a la plancha,  o unas pechugas de pollo, pero  si la dejamos un poco más espesa, puede ser una crema para dipear, nosotros elegimos. Hay algo que no debe  faltar en esta salsa, sobre todo si la vamos a utilizar con el salmón y es una buena cucharada de eneldo fresco. Todo lo demás a vuestro gusto.

Ingredientes:

  • 1 brik de nata para cocinar de 200 ml.
  • 1 cebolla pequeña partida en trozos minúsculos
  • 1 cucharada de harina
  • 1 cucharada de mostaza
  • 1 cucharada de zumo de naranja
  • 1 chupito de vino blanco
  • 1 cucharada de eneldo fresco
  • Ralladura de nuez moscada
  • Aceite, sal  y pimienta negra de molinillo.
  • Opcional: 1 poco de leche, solo si nos queda demasiado espesa.

Elaboración:

En un cazo o una sartén ponemos dos o tres cucharadas de aceite y antes de que humee añadimos 1 cucharada de mantequilla e incorporamos la cebolla muy picada, dejamos que se poche a fuego lento para que no se quemen la mantequilla ni la cebolla. 

Una vez la cebolla transparente abrimos un hueco en el centro de la sartén y echamos la harina, removemos bien para que se fría, a continuación un chupito de vino blanco suave, removemos y dejamos que evapore el alcohol.

Añadimos el zumo de naranja, la nata y la mostaza, dejando que cueza todo junto y sin dejar de mover para evitar que se hagan grumos, cosa poco probable.

Salpicamos esta salsa con una cucharada de hojas  de eneldo, en este caso tiene que ser fresco, el de los botes del súper no sabe a nada, y aquí necesitamos que dé sabor a nuestra salsa.

Perfumamos nuestra salsa ya hecha, con una ralladura de nuez moscada y un poco de pimienta negra recién molida.

Removemos todo bien y probamos, rectificando de sal, pimienta o lo que falte.

Sugerencia útiles:

La salsa ya está hecha, si nos ha quedado demasiado espesa, rectificamos con un chorrito de leche hasta conseguir la textura deseada. Si es para acompañar el pescado tendrá el espesor de unas natillas, si es para dipear, no importa que quede un poco más espesa.

Es muy poco probable que se os haga grumos en la salsa, pero no deja de ser una bechamel con mostaza, y si eso ocurriera no acudáis a la batidora eléctrica, que la dejaría gomosa, mejor un pasapuerés o las varillas.

Si tenéis en la nevera un envase de eneldo que se os ha secado, no lo tiréis, dejadlo en sus ramas, bien tapado y en ocasiones como esta, bien desmenuzado utilizadlo en la medida que os guste, nada que ver con el que también nos venden seco en botes, que ni huele ni sabe. 

Os recomiendo lo mismo para la albahaca, menta, romero, etc., y que se os pueden secar, pero procurad guardarlos siempre en la nevera.