Sopa de gambas con arroz y espinacas

Os lo dije, me voy a tomar en serio lo de comer más verduras, pero los malos tragos hay que pasarlos poco a poco y aquí me tenéis, de nuevo intentando cumplir con mi palabra sin castigar demasiado mi paladar. Hago de la necesidad virtud, o como se diga eso, y con una cosa que me gusta poco (las espinacas), con una vuelta tornillo, preparo una sopa que a mí me resulta bastante agradable. No lo voy a negar, he cogido ideas de aquí y de allá, pero esto que os traigo es el resultado de mezclarlas en una coctelera imaginaria, desechar lo que me parecía que no y quedarme con lo que me parecía que sí, eso lo hacéis todos, seguro. Vamos con la receta, que como todas, la tengo más que experimentada, quitad y poned a vuestro capricho, ya veréis qué divertido y qué sopa tan rica. 

Ingredientes para 4 personas:

  • 250 grs. de gambas arroceras
  • 100 grs. de espinacas
  • 100 grs. de calabaza
  • 80 grs. de arroz o fideos, al gusto
  • 6 champiñones pequeños
  • 1 cucharada de cebolla, 1 ajo y 1 ramita de perejil
  • Caldo de pescado suave o de pollo
  • Aceite, sal y pimienta negra de molinillo

Elaboración:

Cortamos las espinacas en trozos, las cocemos en agua con sal unos 2 o 3 minutos, una vez cocidas las escurrimos y reservamos.

Ponemos una sartén al fuego con tres o cuatro cucharadas de aceite, cuando empiece a calentarse echamos las gambas, con un poco de sal y sin pelar, las dejamos que rehoguen un par de minutos, las sacamos del aceite y las reservamos.

Pelamos los ajos y los partimos a nuestro gusto, así como la cebolla, y lo rehogamos en el mismo aceite de las gambas, si es necesario añadimos un poco más.

Partimos en daditos pequeños, tamaño garbanzo, la calabaza y los champiñones, y una vez que la cebolla haya perdido su rigidez los añadimos a la sartén, rehogando todo junto. Finalmente, añadimos las espinacas escurridas y las gambas, después de unas vueltas por la sartén, mezclamos en una cazuela con el caldo que hayamos elegido.

Si elegimos arroz para la sopa, a mí me gusta cocerlo aparte y añadirlo a la cazuela ya cocido, con el fin de que no me espese el caldo demasiado.

Si os gustan más unos fideos finitos, tipo cabellin, con dos o tres minutos de cocción y su correspondiente reposo, será suficiente y podéis controlar mejor la consistencia de la sopa, eso a gusto del consumidor.

La pimienta es opcional, aunque reconozco que a mi me gusta bastante y siempre la pongo al final del cocinado, en el momento del reposo del plato.

Sugerencias útiles:

Una vez rehogadas, las gambas pueden ir peladas o sin pelar, en mi caso y por esa manía de no ver desperdicios en la mesa, las pelé, pero a mitad de camino, como eran tan pequeñas decidí que cada cual con las suya hiciera lo que más le gustara.