Alcachofas salteadas con jamón y beicon

Hoy nos hemos encontrado con un inesperado regalo de reyes, una banasta de alcachofas con un aspecto como yo no las he visto en el mercado hace mucho tiempo. En realidad las alcachofas o alcauciles son una preciosa flor de un tomo malva, que pertenece a la familia del cardo y como tal su sabor es sumamente delicado. Esta planta se cultiva entre los meses de noviembre a abril y ha dado lugar a denominaciones de origen protegido (DOP) tanto en la comunidad foral de Navarra, como en la Comunidad Valenciana.

Su nombre es de origen árabe, también el fruto lo es, y quiere decir palo de espinas.

Ingredientes para cuatro personas:

  • 12 alcachofas o alcauciles
  • 1 puñado de perejil
  • 3 dientes de ajo
  • ¼ de cebolla picada
  • 1 guindilla de cayena
  • ½ barqueta de beicon picado (unos 35 grs.)
  • ½ barqueta de jamón a daditos (unos 35 grs.)
  • 1 vaso de vino blanco o cerveza
  • Aceite, sal y pimienta negra de molinillo

Elaboración:

Ponemos la olla a presión al fuego con ½ litro de agua , sal al gusto y el puñado de perejil, cuando el agua empiece a cocer colocamos las alcachofas según nos han llegado del mercado, cortando un poco los tallos y quitando las hojas que hay en los mismos. Tapamos la olla y seguimos las instrucciones que nos da el fabricante.

Una vez cocidas las dejamos enfriar y comenzamos el proceso de pelado de las mismas, en mi casa solo gustan los corazones, de modo que las pelo sin piedad y corto las puntas de las mismas dejando sólo la parte más blanca.

Corto las alcachofas a la mitad o en cuartos, como os guste y las coloco en una fuente que pueda ir al fuego.

Ponemos una sartén al fuego con un fondo generoso de aceite (cuanto mejor, mejor) y antes de que esté caliente echamos los ajos laminados, la cebolla picada al gusto y la pimienta de cayena, cuando hayan dado unas vueltas en la sartén ponemos el beicon dejamos que se fría un poco y añadimos una copa de vino blanco.

Rociamos con este sofrito las alcachofas y dejamos que cueza todo junto 3 o 4 minutos, después de un breve reposo podemos dar fin de ellas, sin olvidar un trozo de pan para mojar en la salsa.

Sugerencias útiles.

La única que se me ocurre es deciros como limpiar las alcachofas, además de la que os he indicado más arriba; ponemos un bol con abundante agua fría, un poco de sal y el zumo de un limón, donde iremos echando las alcachofas una vez que hayamos quitado todas las hojas verdes y pelado el tallo. La cocción igual que os indico en la receta, pero ya limpias.

Particularmente prefiero el primer sistema por dos razones, a saber, no se me ponen las manos negras con las dichosas hojitas y la segunda es mucho más fácil acertar el punto de ternura de las mismas.

El objetivo de poner limón en el agua es para que los corazones de las mismas se mantengan blancos, aunque particularmente prefiero el perejil, se consigue lo mismo y no deja ningún sabor en la alcachofa.

Al partir las alcachofas por la mitad puede aparecer una pelusilla ligeramente morada, podemos quitarla con la punta de un cuchillo, pero no pasa nada si se deja.