Canelones de aprovechamiento

Yo me crié en una familia en la que se comía francamente bien, de todo y sin tirar ni una miga a la basura. Para mi madre todas las comidas tenían una segunda, incluso una tercera oportunidad, pero al cubo de la basura no caía nada que se pudiera aprovechar.

Con estos antecedentes, entenderéis que lo que bien se aprende, nunca se olvida y mi lema en la cocina es congelar las sobras para, posteriormente y con calma ver qué puedo hacer con ellas.

La verdad es que el cocido da mucho juego, cuando lo hago comemos fijo dos días, más el caldo que aparto para alguna que otra cena o un primer plato de sopa, más las carnes que, en mi casa las comemos acompañando a los garbanzos, pero siempre sobran, y con estos restos de carne, croquetas, empanadillas, empanada, canelones, lasaña... yo que sé la de cosas que podemos hacer con el cocidito madrileño y con otros aunque no lo sean.

En este caso son unos simples canelones hechos a partir de las carnes del cocido, y que la próxima vez que los haga, será la segunda, porque aunque no lo parezca, esta ha sido mi primera vez, ya que a mi chico no es que la pasta le entusiasme y aprovechando la estancia de mi hermanito en casa, que sí le gusta, me he lanzado, el resultado ha sido algo más que bueno y creo que se lo debo a la salsa bechamel, que no es por nada, pero se me da de mimo.

Vamos a hacer los canelones, El Quijote lo escribiré otro día, porque mirad que me enrollo.

Ingredientes para 10 canelones:

  • 1 paquete de canelones
  • Restos: de Gallina, pollo, morcillo, papada de cerdo, panceta, tocino, morcilla y chorizo.
  • 1 pimiento asado, yo lo tenía en la nevera de una comida anterior, pero lo podéis poner de bote.
  • 1 taza de salsa de tomate.
  • ½ litro de salsa bechamel clarita y aderezada con nuez moscada (si la compráis, hecha la de la marca President es riquísima para estas cosas, porque tiene la textura ideal)
  • ½ cebolla mediana, 1 ajo.
  • Aceite, pimienta negra recién molida y sal.

Elaboración:

Preparamos los canelones de acuerdo con las instrucciones del fabricante o como tengáis por costumbre.

Aunque las carnes están ya cocinadas, no vamos a perder nada por rehogarlas un poco para darles vidilla, porque realmente su sustancia ya la tuvimos en el cocido.

Ponemos una sartén al fuego, con un par de cucharadas de aceite, sofreímos ligeramente la cebolla picada, sin que llegue a tostarse.

Machacamos el ajo y lo diluimos con un vasito de vino blanco, o tinto si os gusta más.

Picamos las carnes a nuestro gusto y las añadimos a la sartén dejando que rehogue todo junto, a continuación echamos el ajo y el vino, dejamos que se evapore el alcohol, incluimos el tomate que añadiremos poco a poco, hasta conseguir una pasta jugosa pero no con exceso de líquido, lo dejamos cocer todo junto un par de minutos, lo probamos y si nos resulta sabroso ya tenemos hecho nuestro relleno, si nos resultara insípido, cosa que puede pasar, podemos añadir, como si fuera sal un poco de avecrem desmenuzado y probando para no pasarnos.

Extendemos una parte de bechamel sobre una fuente de horno.

Ponemos los canelones sobre una tabla, los vamos rellenando y una vez enroscados los colocamos cuidadosamente en la fuente, una vez todos rellenos los cubrimos con la bechamel y los metéis en el horno precalentado a 180º entre 12 y 15 minutos.

Si os gusta podéis repartir sobre los canelones queso rallado, yo esto no lo hago, creo que la bechamel ya es suficiente.

Sugerencias útiles:

Si os sobra bechamel guardadla en un bote de cristal y congeládla, la podréis utilizar para una salsa de albóndigas amarillas, de huevos rellenos de chorizo, ambos en el blog, y alguna más que lleve harina sofrita. 

No hace falta que os diga que con este mismo relleno podéis hacer una lasaña.