Chips de berenjena 

Nunca digamos de este agua no beberé, porque el nunca es demasiado rotundo, quien me iba a decir a mí que iba a comer berenjenas,  y de aperitivo, pues ya esta dicho. Esto se lo debo a un aperitivo largo de principios de mayo en la terraza del antiguo Lucense, que no sé después de la renovación como se llama,  y el mismo día y en la misma fuente me ocurrió lo mismito con el queso de cabra. Nunca digas nunca,  jamás.

Es un aperitivo fácil de preparar, barato y rico, rico, pero frito, por lo cual, prudencia.

Ingredientes: Sugerencias útiles

  • 1 berenjena.
  • Queso de cabra.
  • Miel y reducción de Pedro Ximénez.
  • Aceite de oliva, sal y pimienta

Elaboración:

Partimos la berenjena en rodajas lo más finas posibles, si tenéis una mandolina las haréis mejor y todas iguales, lo que os digo es que tienen que ser muy finas para conseguuir unos chips muy crujientes.

Una vez partidas las berenjenas las ponemos en un colador, colocadas en capas, y en cada capa pondremos unos granos de sal gorda, las dejamos en el colador un mínimo de 30 minutos para que vayan escurriendo una parte del agua y pierdan algo del amargor, no todo, de lo contrario no serían berenjenas.

Un vez pasado el tiempo colocamos las berenjenas sobre un papel absorbente y las secamos. Las salpimentamos muy legeramente y rebozamos en harina. Antes de freirlas les damos una palmaditas para quitar el exceso de la misma.

Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite, a mi me gusta el de oliva, y dejamos que se caliente bien. Una vez caliente vamos echando las rodajas de berenjena a la sartén de una en una y dependiendo de la capacidad de la sarté. Cundo estén fritas las sacamos y colocamos en un plato sobre un papel absorbente hasta que hayamos frito todas.

Con los chips aún calientes, rallamos un poco de queso por encima y rociamos con un poco de miel y reducción de Pedro Ximénez. Listo para llevar a la mesa.

Sugerencias útiles:

Me dicen que al horno salen también muy ricas, el día menos pensado las probaré y os cuento.

Tanto el queso, como la miel o la reducción, dan un toque muy especial a este platillo, pero si no os gustan o no tenéis, podéis suprimirlo lo importante son las berenjenas.