Empanada de apaños del cocido

No siempre las empanadas, empanadillas, canelones y no sé cuantas cosas más es necesario hacerlas de nuevo, me explicaré, hay veces que podemos hacerlas con unos retales que nos hayan sobrado de otras comida, pero bien seleccionados, guardados y estupendamente aliñados.

Yo soy un pelín exagerada haciendo el cocidito madrileño, por lo que siempre tengo restos y como en esta ocasión tenía variedad de croquetas congeladas, mientras estaba preparando para congelar los restos y darles una mejor vida en algún momento, se me ocurrió que podía hacer empanadillas, y ahí quedó la cosa. Pero en el momento de hacerlas cambié el rumbo y pensé que una empanada me iba a llevar menos tiempo. Probad, que no os vais a arrepentir.

Ingredientes:

  • Los restos aprovechables de las carnes del cocido, más unos cuantos garbanzos, para dar credibilidad a la cosa.
  • 1 hoja o dos, (depende de la cantidad de restos) de masa para empanada, a mí me gusta de hojaldre.
  • 1/2 cebolla partida en juliana.
  • 1 taza de salsa de tomate.
  • 1 pimiento rojo asado.
  • 1 pimiento verde asado.
  • 1 huevo cocido.
  • 1 huevo batido.
  • aceite, sal y pimienta negra molida.

Elaboración:


Precalentamos el horno a 180ºC con grill.

Como diez minutos antes de poner el relleno sacamos las hojas de pasta de la nevera para que se vayan atemperando.

En una sarten grande ponemos un poco de aceite y rehogamos la cebolla ligeramente, añadimos los pimientos asados y a continusción los trozos de carne y la salsa de tomate (o tomate frito) . Dejamos que esto se fría unos momentos todo junto,  a continuación lo ponemos en un colador para que no nos quede muy caldoso y lo dejamos atemperar. Rectificamos de sal y si nos gusta espolvoreamos con un poco de pimienta recién molida.

Extendemos la hoja de hojaldre sobre una bandeja de horno fría y lejos del calor, porque al llevar mantequilla se nos puede ablandar demasiado.

Si el relleno ya está frío (frio de verdad, no templado), lo vamos colocando sobre una de las hojas, y colocamos el huevo partido a nuestro gusto, procurando dejar libre de relleno uno o dos dedos alrededor de la masa para luego poder doblarla.

Si la opción han sido dos hojas, colocamos la otra encima y hacemos un dobladillo alrededor de la misma.

Si por el contrario, solo hemos utilizado una hoja, rellenamos la mitad de la misma, doblamos la otra mitad sobre el relleno, y lo cerramos lo mejor que sepamos (este caso ha sido el de la foto que veis y yo no soy muy buena con las manualidades, en mis tiempos de cole no había plastilina, una pena).

Una vez tapado el relleno hacemos un agujero en el centro de la empanada a modo de chimenea y con ayuda de un tenedor pichamos la masa en toda su superficie (no se va a romper).

Finalmente batimos el huevo ligeramente y con la ayuda de una brocha damos unas pinceladas a la empanada para que quede más bonita.

La llevamos al horno precalentado a 180º, con grill y sin aire, al pasar 20 minutos controlamos el color de la masa y cuando veamos que está tostada, fuera del horno, si sigue paliducha la dejamos un poco más.

Sugerencias útiles:

Yo desenrollo la masa y dejo el papel debajo de la misma en la bandeja de horno, se quemará un poco pero nos resulta más fácil de manejar.

Esta es una de la mil maneras que tenemos de aprovechar los restos de las carnes del cocido que, al haberse quedado un poco insípidas por la cocción a que han sido sometidas, con ayuda de los pimientos, el tomate, etc. las damos un poco de vidilla.

 Podéis reducir la cantidad de pimientos, según los otros ingredientes y el tamaño de la empanada.