Empanadillas de bacalao y gambas

Siempre que hago empanadillas recuerdo cuando era pequeña y en casa, mi madre, se organizaba y nos organizaba,  como si fueran los preparativos para una boda. Mi hermano Santi y yo participábamos en hacer la masa, cosa que nos encantaba. Luego doblábamos la empanadillas, y lo que más nos gustaba los pestiños. Lo recuerdo como una auténtica fiesta.

Yo compro las obleas ya hechas, no son como las tuyas, mamá, pero el relleno que es el original, te aseguro que te gustaría. Si fuera posible me reconocerías que aprendí muy bien tus lecciones, y yo te las agradezco todas.

Elaboración:

Las obleas ya están hechas, pero si hay por ahí algún valiente..., en hacerlas no se tarda nada, pero en mi opinión hay que trabajar lo justo.

Ponemos una sartén a fuego muy moderado, con un poco de aceite, para que se vaya calentando.

Picamos el ajo muy menudo, lo echamos a la sartén para que se dore, añadimos la cebolla y los pimientos cortados a nuestro gusto, lo sazonamos y dejamos que se poche todo bien.

Cuando hayan bajado un poco las verduras añadimos 3 cucharadas de vino blanco y dejamos que evapore el alcohol.

Una vez que las verduras estén pochadas añadimos la taza de tomate frito y dejamos que se guise todo junto unos minutos.

Desmenuzamos las migas de bacalao y nos aseguramos de que no tengan espinas, es fácil de comprobar pues este paso lo hacemos con las manos. Las incorporamos a la sartén y a continuación echamos las gambas, pasados 4 ó 5 minutos, tenemos nuestra farsa hecha y lista para rellenar las obleas.

Dejamos enfriar el relleno y si vemos que está caldoso lo ponemos escurrir en un colador. Una vez frío ya podemos ir al siguiente paso.

Las obleas las sacamos de la nevera 10 minutos antes de proceder a su rellenado para que estén a temperatura ambiente, las extendemos sobre la encimera de la cocina sin retirar los papeles que separan a unas de otras, así las vamos a trabajar mejor.

Vamos poniendo una porción del relleno en el centro de la oblea, humedecemos los bordes de la misma con el dedo mojado en agua y las cerramos, presionando bien sobre los dos bordes y podemos hacer el dibujo con un tenedor, si las cerráis con el agua, este último paso será un mero adorno.

Calentamos abundante aceite en una sartén, suficiente para que las cubra, y cuando humee vamos echando nuestras empanadillas en pequeñas cantidades para que el aceite no se enfríe.

Una vez doradas las ponemos en papel absorbente para que escurran el aceite.

Sugerencias útiles:

De esta farsa, podemos hacer la cantidad que queramos, y de lo que más nos guste, atún, pollo, carne, etc. la podemos congelar y tenerla dispuesta para cuando la necesitemos.

Lo que no recomiendo es congelar las obleas ya rellenas y crudas, porque no congelan nada bien y se deshacen al freírlas, por lo menos las que compro en estos momentos.

Es necesario que la farsa esté lo más escurrida posible para evitar que se salga de las empanadillas.

Al mojar el dedo en agua y pasarlo por los bordes de las masa conseguimos que esta se pegue mejor.

El aceite debe estar caliente, pero no demasiado, pues las masas tienden a quemarse enseguida.

Aquí no se tira nada:

¿Os ha sobrado un poco de pisto?, pues con una latita de atún y 1 huevo duro, mas una obleas, empanadillas hechas en 5 minutos y cena o segundo plato solucionados.