Ensalada de bacalao con tomates de Calahorra 

Los mercados me pierden cuando estoy fuera de mi sitio, claro que en mi sitio también, pero no es este el caso de hoy. La cosa está en que nos hemos embarcado en una escapada a la Comunidad autónoma de La Rioja, en otros tiempos provincia de Logroño y perteneciente a Castilla La Vieja, de eso los más jóvenes ni idea, pero aquí estoy yo para recordarlo. Vaya rollo que os acabo de colocar y todo para deciros que estuve mercadeando por la zona y entre otras cosas, me traje unos tomates de Calahorra y unos melocotones, que no son aún los de Calanda pero lo parecen, y que con uno de cada alimentamos a una familia.

Los melocotones se comen así, sin más, o en forma de batido como le gustan a mi Chico, vaya desperdicio, cada cual con su gusto engorda; pero los tomates, ¡ay los tomates! a esos les estoy dando un uso que ahora veréis. 

Ingredientes para 2 personas:

  • 300 grs., de bacalao desalado.
  • 1 tomate de Calahorra (uno de supermercado también vale, pero no será lo mismo).
  • 1 pimiento asado (lo podéis comprar ya hecho en un asador de pollos).
  • 1/2 cebolla (yo la pongo confitada, pero a quien le guste, puede ser cruda).
  • 1 huevo duro.
  • Aceite, sal y pimienta de molinillo.

Manos a la obra que esto promete:

El bacalao lo desalamos como tengamos por costumbre, a mi me gusta dejarlo un pelín sabroso, con lo cual lo voy probando y cuando llega al punto que me gusta,  fuera del agua y a escurrir.

El tomate, y esto es un pecado, tengo la mala costumbre de pelarlo, porque de lo contrario mi Chico no puede comerlo (para llevar cincuenta y tres años juntos y sin anestesia, hay que hacer algunas concesiones), Una vez pelado lo pongo en un escurridor y que suelte el agua que aparentemente le sobra, pero no. La reservamos.

Parto la cebolla en medios aros y la confito (1), a quien le guste cruda,  adelante dará más sabor.

El pimiento asado de la forma habitual, horno precalentado a 180º, pimiento sobado con un poco de aceite y sal, 45 minutos en lo calentito dándole la vuelta de vez en cuando, dejadlo enfriar tapado con papel de plata para pelarlo mejor.

Cocer uno o dos huevos no tiene ningún misterio.

Ya está todo en marcha, montar el plato es de lo más fácil, hacemos tacos o lascas con el bacalao, tiras con el pimiento, lo mismo con el huevo cocido y la cebolla, todo ello mezclado en un bol. Lo reservamos.

Con el agua de escurrir el bacalao, la última y si os gusta como está de sal, vamos preparando una salsa. Lo dicho, un poco de agua, un poco del agua de los tomates, un poco del caldo de asar los pimientos y un par de cucharadas de aceite de oliva, mezclamos todo bien y lo probamos, si está a nuestro gusto con esto aliñamos los ingredientes, de lo contrario rectificamos hasta conseguir el aliño que nos guste.

Cuando digo un poco, un poco, un poco, quiero decir la misma medida del poco, y lo mismo para la rectificación.

Ya está listo para ir a la mesa y es el momento de poner unas rebanaditas de pan, pringadas en aceite de oliva, un chorrito de vinagre de Jerez y un chup, chup de pimienta recién molida.

¿Sabéis lo que es tocar el cielo con las manos? Pues esta vez lo vais a conseguir.

Como siempre, se me han olvidado las aceitunas, lo siento, pero según mi Chico, aquí no pueden faltar, negras o verdes, cada cual a su gusto, pero no en mi plato. 

(1) Para confitar la cebolla partidla en medios aros finita, ponedla en una sartén, rociada con un poco de aceite y sal, cuando esté transparente lista.