Espinacas con puré de patata al zumo de naranja y pollo

Nadie  puede decir ya que le da pereza hacer verduras por no limpiarlas, porque estamos asistiendo en el súper a un auténtico despliegue de verduras en conserva, ya cocidas y preparadas para arreglarlas a nuestra manera, o bien en paquetes limpias y prepararadas para cocinar, eso por no mencionar las congeladas. 

Siempre que podamos debemos utilizar verduras frescas, según los entendidos en la materia son las mejores, pero eso no depende sólo de nosotros, sino del tiempo que disponemos.

En esta ocasión voy a utilizar una bolsa en la que vienen partidas y lavadas, son frescas, pero otras veces he utilizado las de bote, que ya están cocidas y es un ahorro de tiempo, por no hablar del ahorro de nergía que también cuenta. Usad las que queráis pero no dejéis de comer verduras por esta simple


Ingredientes para 2 personas:

1 bolsa de espinacas limpias.

2 patatas.

1 filete de pollo

2 ajos, 3 si son demasiado pequeños.

1 naranja, el zumo y colado.

Aceite, pimienta negra recién molida y sal.


Elaboración:

Tan fácil, tan fácil, que apenas .necesita explicaciones, pero como éste es un blog serio las va a dar.

Lavamos las patatas y después de hacerles unos ligeros cortes en la piel las ponemos a cocer, partiendo de agua fría con sal,  dependiendo del tamaño, en 15 o 20 minutos estar´an listas. Tampoco importaría mucho si nos pasaramos de cocción y dejamos que se abran las patatas. Una vez cocidas las sacamos del agua y las ponemos sobre un paño seco para que se atemperen; si las prisas nos atormentan podemos dejarlas un rato en agua fría o en la nevera. 

Mientras esto sucede, cocemos las espinacas, dos o tres minutos, partiendo de agua hirviendo con sal. No pasarse de cocción que se quedan escuchimizadas, las escurrimos en un colador y reservamos.

Pasamos el pollo por la sartén, bien caliente, unos minutos para que no se seque.

Suponemos que las patatas estan ligeramente frías, no heladas, lo suficiente para no quemarnos los dedos, las pelamos y con ayuda de un tenedor las aplastamos, sazonamos con sal y pimienta recién molida y,  aquí nos surge una pregunta: ¿ponemos o no un poco de zumo de naranja? Yo me contesté que SI, y la primera vez lo hice con mucho cuidado y probando con cada cucharada que iba incorporando. El resultado fue un puré de patata completamente nuevo y riquísimo.

Una vez escurridas las espinacas, pelamos dos o tres ajos, los laminamos y les damos una pasadita por la sartén con un poco de aceite bien caliente. ¡Cuidado!, solo los vamos a dorar, no queremos que se nos quemen. A continuación y en el mismo aceite (si es necesario retiramos un poco) rehogamos las espinacas y procuramos soltarlas de su apelmazamiento natural después del tute que llevan.

Salpicamos por encima unos trocitos de pollo, o unas lascas de jamón, lo que se os ocurra.

El emplatado a vuestro gusto, si os gusta el de la foto, adelante.

Sugerencias útiles:

Ni que decir tiene que podéis hacer este mismo plato con borrajas, acelgas, cardo, etc., ya os digo yo que cambian.

Si nos paramos a pensar sólo son unas espinacas rehogadas y patatas, con un poquito de innovación.


ESTO VA A VERDURAS