Gallos con salsa meunière al horno 

Para mi gusto, la salsa meunière, o salsa a la molinera es una de las más ricas y delicadas que podemos usar con cualquier tipo de pescado, aunque resulta más atractiva para los pescados blancos que los azules, y tradicionalmente con pescados planos, tipo lenguado, gallo, pez de San Pedro, etc., aunque últimamente nos soprende, ya os digo, con cualquier tipo de pescado.

La base de esta salsa, es la mantequilla, el limón, perejil y caldo de pescado, pero como todo en la cocina, podemos transformarla a nuestro gusto y quitar o poner para que sea auténticamente nuestra.

Ingredientes:

  • 2 gallos de tamaño ración.
  • 4o grs. de mantequilla.
  • 40 grs.m de aceite de oliva.
  • 1/2 cebolla mediana en juliana.
  • 2 ajos laminados.
  • Un poco de perejil picado.
  • 1 vasito de caldo de pescado suave.
  • El zumo de medio limón, podemos agregar uno entero, a nuestro gusto, pero quizás fuera demasiado acidez.
  • Pimienta negra recién molida.

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180º C.

Lavamos y secamos los gallos, los ponemos en una bandeja de hornear y les hacemos una rajas a lo ancho de los mismos, sin llegar al final. Los salpimentamos.

Ponemos una sartén a fuego medio con la mantequilla y el aceite de oliva, y cuando empiecen a burbujear añadimos los ajos, los dejamos uno o dos minutos que se doren un poco y a continuación la cebolla, hasta que esté pochada y ligeramente dorada, para esto tendremos que subir el fuego ligeramente y controlando, la mantequilla se quema muy rápido. 

A continuación añadimos el caldo de pescado y casi al mismo tiempo el limón, lo dejamos guisar durante dos o tres minutos y salsa lista. Probar de sal y limón y rectificar si fuera necesario.

Con la salsa hecha, el horno precalentado y los gallos en la bandeja, sólo nos queda napar los mismos con la salsa y meterlos al horno, por espacio de 10 minutos. Si os gusta el pescado muy hecho podéis ampliar el tiempo.

Con el pescado fuera del horno y rociado con la salsa de la bandeja, picamos un poco de perejil y sazonamos con pimienta negra recién molida.

Sugerencias útiles:

Cuando el pescado esté a vuestro gusto, no lo dejéis dentro del horno con el mismo apagado, el calor residual es suficiente para que se os seque. Pero, si para que llegue a la mesa calentito lo dejáis dentro del horno, es mejor apagar el mismo cinco minutos antes del tiempo estipulado, y aún así yo no me fío mucho. Pero un buen control hace milagros. 

Dicen que la auténtica salsa molinera no lleva ajo ni cebolla, pero esto es una muestra de que la cocina admite muchas variaciones, la cosa está en encontrar lo que más nos gusta.