Jamoncitos de pollo a la canela

Esta receta está inspirada en "La Cocina Mediterránea de Ana Jiménez", cocinera de Canal cocina, que en mi opinión se caracteriza por la sencillez de sus platos, lo asequibles que resultan y la proximidad del producto.

Hoy ha sido la segunda vez que lo he hecho y, como es habitual, he introducido algunas variantes, no porque piense que al original le faltan o le sobran cosas no, es porque yo soy así, incapaz de seguir una receta al pie de la letra.

De todas formas antes de pasar recetas nuevas, procuro hacerlas un par de veces o tres, hasta que me salen un poco más que aceptables. Este ha sido el resultado final de la preparación.

Ingredientes para 4 personas:

  • 12 jamoncitos de pollo, o la parte del pollo que más os guste
  • 2 palos de canela, ½ cucharadita de cúrcuma
  • 1 ralladura de jengibre, 12 almendras crudas
  • 10 granos de pimienta negra
  • 2 ajos, 1 hoja de laurel, 2 cebolletas
  • 1 vaso de vino blanco, yo uso EL gusto, que es un poco amontillado.
  • 1 vaso de caldo de pollo concentrado, a lo mejor no es necesario usarlo.
  • Aceite, sal y pimienta de molinillo.

Elaboración

Quemamos los jamoncitos para quitarles los posibles pelillos que puedan tener, los lavamos, secamos con papel de cocina y los salpimentamos, los dejamos en la reserva.

En una cazuela plana, ponemos un poco de aceite, y freímos los ajos aplastados y los palos de canela, esta operación la haremos muy lentamente para que suelten bien el sabor y perfumen el aceite.

A continuación doramos los jamoncitos, los sacamos y reservamos.

Partimos las cebolletas en juliana y las echamos a la misma cazuela, con los restos de aceite del pollo, la sofreímos ligeramente y cuando se haya dorado un poco incorporamos los trozos de pollo, la hoja de laurel y 8 ó 10 granos de pimienta, dejamos que se sigan guisando muy lentamente.

A continuación, en un mortero machacamos las almendras, rallamos un poco de jengibre y lo echamos a la cazuela junto con la cúrcuma, removemos para mezclar todos los ingredientes, subimos un poco el fuego y echamos el vino, dejamos que evapore el alcohol, tapamos la cazuela, y que siga cociendo muy lentamente.

Si vemos que el guiso está demasiado seco vamos añadiendo el caldo de pollo poco a poco, según lo vaya necesitando.

Con las 2 cebollas que hemos puesto será suficiente para una salsa bien ligada, de no ser así, podemos añadir un poco de nata para cocinar.

Pasados 20/25 minutos el pollo estará listo para comer.

Sugerencias útiles:

Podemos, si nos gusta, quitarle la piel al pollo, pero creo que en el momento dorado, protege la carne y evita que se seque. Pero para gustos...los colores.

Si no tenemos costumbre de usar jengibre, es mejor hacerlo poco a poco y probarlo hasta que esté a nuestro gusto, lo mismo digo con la cúrcuma.

Tanto las almendras, como la nata y la cebolla, van a contribuir a que la salsa nos quede perfectamente ligada.

Siempre es conveniente contar los granos de pimienta que echamos a la cazuela, para quitarlos al final de la cocción, pues no suele ser agradable masticar uno por sorpresa.