Judías blancas con almejas

Alubias, judías, fabes, verdinas, pochas, judiones de la Granja, de Tolosa, monchetas ¿hay más variedades en el Territorio Nacional, para denominar un producto tan maravilloso? Da igual todas son riquísimas vengan de donde vengan y se las llame como se quiera.A veces pueden resultar indigestas y casi siempre llevan una buena colección de gases. Mejor comerlas en confianza. Estas de hoy son ligeras, dentro de lo que cabe. Aparte de asegurarnos de conseguir unas buenas judías, debemos elegir bien las almejas y prestar atención al lavado de las mismas, ya que un poco de tierra puede arruinarnos el plato.

Ingredientes para 4 personas:

  • 400 grs. de judías blancas (yo uso de La Granja, pero valen cualquiera)
  • 12 almejas hermosas, las mejores que nos podamos permitir
  • 1 cebolla, la mitad para cocer con las judías y la restante para la salsa
  • 4 ajos, igual que la cebolla
  • 2 hojas de laurel, a repartir
  • 2 ramilletes de perejil, también lo repartimos
  • 1 cucharadita de pimentón, opcional.
  • 1 chupito de vino blanco
  • 8 bolitas de pimienta negra
  • caldo de pescado, si tenemos, de lo contrario agua.
  • aceite, agua y sal.

Elaboración:

La noche anterior echamos las judías en remojo en agua fría para que se hidraten.

Ponemos las almejas en agua con sal durante, al menos, 2 horas antes de proceder a su elaboración, cambiándolas el agua de vez en cuando. El motivo de echarles sal es porque las almejas al encontrarse en un ambiente salado, similar al suyo, abren sus valvas y expulsan la tierra (ya sé que lo sabíais pero porsiaca).

En una cazuela ponemos las judías escurridas y bien lavadas, con ½ cebolla, 2 ajos, 1 hoja de laurel, 1 ramillete de perejil, y los 8 granos de pimienta, lo cubrimos con agua fría y lo llevamos a ebullición a fuego medio, una vez que empiecen a hervir bajamos el fuego y las dejamos cocer el tiempo necesario, a fuego muy lento.

El agua no debe sobrepasar más de 2 dedos a las judías, para que, dentro de lo posible, no pierdan la piel. Debemos estar muy pendientes de su cocción y añadirles AGUA FRÍA siempre que nos la pidan, pues tan malo es que tengan demasiada agua, como que se queden secas.

La sal se la pondremos cuando estén casi cocidas, junto con el pimentón.

Nunca las moveremos con la cuchara, si es necesario movemos la cazuela sobre la placa, y así mezclamos todos los ingredientes.

Cuando las judías estén en su punto, sacamos la ½ cebolla, los ajos, la hoja de laurel. el perejil y sería ideal quitar las bolitas de pimienta, todo ello sin manipularlas demasiado para que no se rompan.

Mientras se cuecen las judías vamos preparando una salsa verde:

Ponemos una sartén al fuego con un fondo de aceite, y antes de que humee, echamos la cebolla bien picada y la dejamos pochar, hasta que esté muy blandita. Machacamos en el mortero 1 ajo con la ramita de perejil restante, lo mezclamos con un poco de vino blanco y se lo añadimos a la salsa, dejamos que siga cociendo todo junto, añadimos un poco de caldo de pescado, si tenemos, si no agua. Rectificamos de sal y mezclamos con las judías. Las dejamos cocer, a fuego muy lento, el tiempo necesario hasta que estén en su punto.

Incorporamos las almejas a la cazuela, y en el momento que se abran las retiramos del fuego. No deben cocer más del tiempo que necesitan para abrirse, ya que se pondrían duras y perderían el bicho.

Sugerencias útiles:

Si las judías no quedan bien ligadas, es decir,  si a pesar del poco caldo con el que las hemos guisado, su salsa da aspecto acuoso, cogemos 1 cucharada de judías y las aplastamos en el mortero, diluimos ésto con un poco del caldo de la cocción y lo incorporamos a la cazuela. Para mezclarlas no metemos la cuchara en la cazuela, pues romperíamos las judías, movemos ls cazuela directamente sobre la placa.

Quedan muy bien las judías si las cocemos en un caldo de pescado que ya tengamos hecho. Nunca las he cocido en caldo de brik, pero será cuestión de probar.

Para que las salsas verdes me queden de este color, cuando traigo el perejil fresco, pongo un buen manojo en el vaso de la minipimer y lo bato con un poco de aceite, lo guardo bien tapado en un tarro de cristal en la nevera, luego sólo es cuestión de incorporarlo a la salsa hasta conseguir el color y sabor que nos guste.

Utensilios:

Hoy hemos utilizado la minipimer, para algo tan insignificante, como batir un poco de perejil, pero esto me recuerda que es uno de los pequeños electrodomésticos más útiles en la cocina, que podemos usar con o sin su vaso, ya que su brazo, permite utilizarlo en cualquier recipiente, manchando sólo eso, su brazo. ¿Cómo elegirla? La más potente y, a ser posible con varias velocidades, sólo de esta forma nos aseguramos un batido perfecto.

No sé si, técnicamente,  está bien explicado, pero seguro que me habéis entendido.