Lentejas con manitas de cerdo

"Lentilles avec pied de porc", resulta bonito ¿verdad?, con este suculento plato nos recibieron un caluroso mes de agosto de 1974, en el Hotel del Lago de Burdeos, a las 9 de la noche, en lo que fue nuestro primer viaje a París, nuestra primera salida de España. Por circunstancias que no voy a contar ahora, en aquel tiempo, (parece un cuento ¿no?), no era fácil viajar, al menos los españoles de a pie, como nosotros, teníamos que solicitar un certificado de penales, y otro de buena conducta, que con lo rápida que ha sido siempre la administración en nuestro país, podían tardar meses en dártelo, de modo que cuando lo tenías, las ganas de viajar se habían pasado. Yo siempre he pensado ¿Para qué estos certificados? Si éramos malos ya se encargarían los franceses de devolvernos. Qué cosas.

Elaboración:

Lavamos las manitas de cerdo, y si vemos que tienen pelos las quemamos con la ayuda de una llama. Las ponemos en una olla cubiertas de agua fría con sal y las dejamos que cuezan hasta que estén muy tiernas (en olla a presión unos 25 minutos), una vez cocidas las sacamos de la olla y reservamos el caldo resultante.

Partimos las verduras: cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y el tomate, muy menudos y los ponemos a sofreír en una sartén con un fondo de aceite, no demasiado, que las manitas sueltan grasa.

Machacamos en un mortero, los ajos, el perejil, los granos de pimienta y las almendras, una vez bien majado, añadimos 1 vasito de vino, y cuando el sofrito esté casi hecho lo incorporamos. Dejamos que se acabe de hacer todo junto.

Partimos la zanahoria en daditos pequeños y junto con las lentejas lo incorporamos al sofrito, dejamos que se mezclen bien todos los elementos, añadimos el chorizo, el laurel y el pimentón, cubrimos todo con el caldo de la cocción de las manitas, si es necesario añadimos más agua y dejamos cocer muy lentamente hasta que todo esté en su punto.

Un rato antes de que el guiso esté hecho, añadimos las manitas, que podemos deshuesar si nos gusta, también las podemos dejar enteras y que cada cual se apañe con su hueso. Con 5 o 10 minutos de cocción, será suficiente para llevarlas a la mesa.

Sugerencias útiles:

Si os gusta el caldo de las lentejas más ligado, podéis añadir al sofrito 1 poco de harina, pero con el majado de almendra, en mi caso es suficiente.

Esta comida la suelo acompañar de una ensalada de escarola y tomate, pues creo que es un plato contundente.

Por supuesto que no es la receta de aquel hotel de Burdeos, pero al pasarla me ha venido a la cabeza esa vieja historia y me ha parecido interesante que supierais del porque no viajábamos entonces, a parte del dinero claro.