Muslos de pato confitados (confit de canard)

Son un auténtico lujo en nuestra despensa y unos aliados imprescindibles ante cualquier imprevisto. Si, ya se que con unas patatas y unos huevos fritos, también salimos adelante, pero reconoceréis que esto es un poco más glamuroso, a cada  cosa lo suyo. 

Ingredientes para 4 personas:

  • 4 muslos confitados (confit de pato)
  • 1 cebolla tierna pochada
  • 1 manzana acida pochada (Granny Smith)
  • 1 vasito de vino de Oporto 
  • 1 o 2 cucharadas de azúcar moreno
  • zumo de naranja y limón
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • Pizca de sal y pimienta de molinillo

Elaboración:

Los muslos ya están confitados, sólo tenemos que quitar la grasa que los recubre, podemos hacerlo en el microondas, en el horno tradicional o en una sartén vosotros elegís (siempre a fuego muy lento, el pato ya está cocinado),  pero no tiréis la grasa, podemos utilizarlas para aliñar otro preparado.

Partimos la cebolla en  aros muy finos, lo más posible y la ponemos en una sartén con una cucharada de mantequilla, la dejamos que vaya pochando muy lentamente.

Rallamos la mitad o un poco más de la manzana y la incorporamos a la sartén, a continuación partimos el resto muy menudo y lo incluimos todo (podéis rallar la manzana entera, yo lo hago así porque me gusta encontrar trozos en la mermelada resultante), a continuación echamos el resto de la mantequilla, el azúcar, y el zumo, dejamos que acabe de pocharse, subimos un poco el fuego y añadimos el vino de Oporto, dejamos que reduzca y lo retiramos del fuego.

Sólo nos queda montar el plato y servirlo. 

A mí me gusta como guarnición un "Puré de patatas/guarnición", pero podéis elegir otra a vuestro gusto. Unos trozos de naranja y manzana, pasadas por una sartén con mantequilla no les queda nada mal.

Sugerencias útiles:

A mi ya sabéis que me gusta machacarme en la cocina y hago todas las salsas, pero para estas exquisiteces encontraréis salsas hechas en casi todos los supermercado, de frutos rojos, de manzana, de melocotón, etc. que podréis tener almacenadas para esos momentos con los que no contamos, pero queremos quedar muy bien parados.