Muslos y pechugas de codorniz con reducción

Son un bocado rico, rico, aunque solo sean a la plancha, pero si les prestamos un poco de atención, nos pueden resultar deliciosos y dignos de un entrante o aperitivo de lujo. Vamos a probar con lo segundo, para un día con invitados o para nosotros mismos, porque nos lo merecemos.

Ya venden en el supermercado paquetes de ambas piezas aunque, si no lo encontráis, siempre podéis practicar con un buen cuchillo y despiezarlo vosotros mismos, pero haced el intento de que os lo den limpios, resulta mucho más práctico.

Ingredientes para un picoteo de 4 personas:

  • 1 paquete de muslitos
  • 1 paquete de pechugas
  • ½ cabeza de ajos
  • Vino tinto 1 vaso
  • caldo de pollo 1 vaso
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez
  • Aceite de oliva, sal y pimienta negra recién molida.
  • Opcional: una cucharada de azúcar moreno

Elaboración:

Limpiamos las distintas piezas con un papel de cocina húmedo y, si es necesario con ayuda de un soplete quemamos los pelillos de las patas (Vaya, que hacemos una depilación completa). Hecha esta operación salpimentamos las codornices y reservamos.

En una sartén grande, ponemos los muslos y las pechugas a fuego medio alto, con un poco de aceite de oliva, cuando hayan tomado color y estén casi a punto, los sacamos de la sartén y reservamos.

Laminamos unos ajos y los freímos en el aceite que haya quedado de las codornices, si es necesario podemos añadir un poco más, cuando estén ligeramente dorados los sacamos y reservamos.

Echamos un vaso de vino tinto en la sartén para desglasar el fondo con los restos que hayan dejado las codornices, veréis que del fondo de la sartén se arranca todo lo que haya quedado, bajamos el fuego y dejamos que reduzca un poco, si nos gusta que la salsa sea un poco dulzona, podemos echar una cucharada de azúcar moreno (lo ideal sería hacer esta salsa con Pedro Ximénez, ahorraríamos el azúcar).

Según va reduciendo, vamos echando poco a poco el caldo de pollo, para que el vino no se consuma por completo, volvemos a echar los ajos en la sartén.

Probamos la salsa, rectificamos de sal y cuando esté a nuestro gusto, incorporamos los muslos, las pechugas y un chorrito de vinagre, dejamos que cueza todo junto dos o tres minutos, lo colocáis en la fuente de servir y listo.

Sugerencias útiles:

No es necesario que cuezan mucho rato, son unas piezas muy pequeñas a las que enseguida llega el calor y los sabores, después de pasadas por la plancha, dos o tres minutos con la salsa y listas.

Yo generalmente utilizo el vino de nuestra zona, un Ribera del Duero, Protos o alguno parecido, hay que hacer patria, pero lo ideal es el vino Pedro Ximenez que tiene un punto dulce y no es necesario el azúcar.