Nº 4 Un fin de mes 

Este número cuatro me lleva una vez más a la cafetería California 47, en la calle de Goya, en Madrid, aunque en aquel lugar la gente que lo frecuentaba no tenía necesidad de que llegaran esas fechas para consumirlo, o eso creía yo, y menos aún con ese título. Pero sí que es cierto que su precio era mejor que otros y variaban a gusto del consumidor el embutido que ponían.

Hace unos días decía sobre dicha cafetería, que desapareció con la llegada del politiqueo, mentira, aunque no del todo: California-47 sufrió un terrible atentado una tarde de sábado, cuando más gente había en la misma, creo que fue el FRAP, pero no estoy segura, hubo una gran cantidad de muertos y heridos, y un desprestigio total para la misma, pero se rehizo, y surgió de nuevo. La última vez que estuve allí fue la noche del 10.8.80, víspera del nacimiento de mi hija mayor, cené un sándwich vegetal y de allí, después de ver una película inglesa en el cine Carlos III, me trasladé a la maternidad de O'Donnell, de donde salí con una niña en brazos siete días después.

Esto es para que nadie diga que mis comiditas ya no tienen historias. 

Ingredientes:

  • Huevos.
  • Patatas.
  • Salsa de tomate, o tomate frito.
  • Chorizo, o algún otro embutido.
  • Pimiento frito.
  • Alguna hortaliza cruda. 

Elaboración: 

Por l fotografía fácilmente podéis averiguar tanto los ingredientes, las cantidades o el montaje del plato, así como la elaboración del mismo, aunque sí hay algo que me gustaría comentaros, las patatas van en pelotón, una forma que era la favorita de mi hermano Santi y mía de comerlas. No tienen dificultad alguna, pero a continuación os digo como las hago. Los pimientos van confitados y por si queda algún despistado, también se lo recuerdo.

Los pimientos: Les quitamos las semillas, cortando la parte superior de los mismos y les ponemos un poco de sal en su interior. Los vamos colocando en una sartén y los rociamos con aceite de oliva, no demasiado, los tapamos y dejamos que se frían muy lentamente. El momento de sacarlos es cuando la piel vemos que se va ahuecando.

Las patatas: Pelamos las patatas y las partimos en rodajas a nuestro gusto, si las partimos muy finas, al final nos resultarán unas chips, a  mi me gustan un poco más gorditas, como veis en la foto. Las vamos colocando en una sartén, que habremos pincelado con un poco de aceite, y vamos rociando con más aceite y salpimentando a capas, según las vayamos colocando. Al igual que los pimientos las tapamos y dejamos pochar muy lentamente hasta que estén tiernas, en ese momento, subimos el fuego y sin dejar de vigilar dejamos que se doren un poco, o que se tuesten, al gusto.

El tomate: Si lo compráis hecho, pues muy bien, pero si queréis hacerlo a vuestro gusto y guardar en la nevera para veces sucesivas, ahí va una forma sencilla de hacerlo: Poned en una sartén un poco honda 1/2 cebolla cortada y un poco de aceite, rehogar ligeramente a fuego medio bajo, cuando la cebolla esté transparente añadir un kilo de tomates pelados y partidos, o un bote de tomate al natural, dejad que se haga todo lentamente y cuando el tomate haya evaporado el agua, nuestro tomates está hecho  (aproximadamente 20 minutos). Si os gusta muy fino pasadlo por la batidora de brazo y listo.

Lo demás no hay que explicarlo, todo el mundo sabe freír un huevo, o ¿no? Y ahora a montar el plato, que para los artistas que visitan el blog no tiene problemas.

Sugerencias útiles:

Pues ninguna o casi ninguna, salvo que excepto las patatas y los huevos fritos, todo lo podéis tener hecho para montaros otros platos de forma más rápida, sin olvidar el gasto en combustible que también es importante.