Nuggets de pollo
Llevo algún tiempo pensando en hacer estos bocaditos porque, aunque no estaban incluidos en mi recetario, no hace tanto los probé en un restaurante de comida rápida y me gustaron, pero pensé que los de casa serían de más confianza, de modo que indagué aquí y allá, y como siempre Elena Aymerich me ofreció la mejor opción, aunque, también como siempre quité y puse lo que más me gustaba.
Pueden ser un aperitivo, pero también un segundo o una cena, al gusto
Ingredientes:
- ½ pechuga de pollo
- 4 rebanadas de pan de molde
- leche
- 60 grs. de queso mascarpone o filadelfia
- 1 huevo, pan rallado
- Sal, nuez moscada y pimienta recién molida
- Aceite para freír
Guarnición:
- 1 paquete de lechugas surtidas
- Patatas fritas, por un día...
- Salsa kétchup o barbacoa
Elaboración:
Empapamos el pan en un poco de leche y reservamos.
Partimos a cuchillo la pechuga en trozos muy menudos, como si fuera un tartar.
Mezclamos en un bol la carne, con el queso y el pan escurrido de la leche, añadimos una pizca de nuez moscada y pimienta recién molida, probamos como está de sal y si es necesario añadimos más.
Una vez bien mezclado todo vamos cogiendo porciones como si fuéramos a hacer una croqueta, las damos forma, las aplastamos ligeramente y las vamos rebozando en pan rallado, huevo y pan rallado.
Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite y una vez caliente, sin que llegue a humear, las vamos friendo lentamente y bien fritas, recordemos que el pollo está crudo.
Una vez bien fritas, las sacamos a un plato con papel absorbente y las dejamos escurrir mientras preparamos la ensalada.
Sugerencias útiles:
Este plato que lo conocemos fundamentalmente de pollo, en el tiempo que he tardado en pasar la receta, las he hecho también de merluza congelada y está riquísimas, creo que probaré con otras carnes.
Podéis si os gusta meter la carne junto con el queso y el pan en una picadora, os saldrán mucho más finas, pero yo prefiero la textura de carne picada a mano.
El motivo para aplastarlas ha sido principalmente para que se pasen bien sin llegar a resercarse, pues es sabido de todos que el pollo no debe servirse a medio guisar.