Patas de pollo guisadas

Esta receta es sólo para dos raciones y, por dos razones: primera, limpiar patas para muchos es una pesadez, segunda y principal, en casa sólo las comemos mi Chico y yo, si hay alguna razón más nos sobra. 

Ingredientes para 2 personas:

  • 20 patitas
  • 1 tomate maduro, 1 pimiento rojo
  • ½ cebolla, 2 ajos
  • 1 cucharada de almendras
  • 1 rama de perejil
  • 1 vaso de vino blanco o cerveza
  • 1 zanahoria, 1 patata
  • 1 vaso de caldo de pollo
  • aceite, sal y pimienta

Elaboración:

Cortamos la uñas a cada uno de los dedos de las patitas, y las escaldamos en agua casi hirviendo entre 5 y 8 minutos. Las quitamos la piel amarilla que las recubre, que parece de charol, y las dejamos en un bol con agua y vinagre hasta que vayamos a guisarlas (esto de la piel amarilla, es para casos extremos, las patitas últimamente vienen completamente limpias).

Las lavamos bien en agua corriente para que no las quede ni rastro de vinagre y a continuación las ponemos a cocer en una olla en agua fría con sal, 1 ajo y 1 hoja de laurel. Tienen que estar muy tiernas, por lo que vosotros decidís si las ponéis en olla a presión.

Ponemos aceite en una cazuela, partimos las verduras, y las incorporamos a la misma, dejamos que se pochen. A mitad del pochado, añadimos la zanahoria y la patata peladas y troceadas, dejamos que se sigan guisando.

En un mortero ponemos un ajo y lo machacamos con las almendras y el vino, lo echamos a la sartén y dejamos que evapore el alcohol, lo cubrimos con el caldo y dejamos cocer hasta que las patatas estén tiernas.

Una vez que las patas estén bien cocidas las incorporamos al guiso y dejamos unos minutos para que se mezclen los sabores.

Sugerencias útiles:

El agua de cocción de las patitas la podemos utilizar para añadir al guiso si fuera necesario.

Poner un poco de picante a este guiso, nos da sensación de aperitivo.