Patatas a las finas hierbas con huevo escalfado
Estas patatas tienen su origen en un día de prisas y escasez de elementos no por nada especial, sólo porque la nevera en algún momento llega a su fin y lo único que encuentras son huevos y patatas, eso decía mi madre: "si tengo huevos y patatas no vamos a morir de hambre", pues eso fue, ni más ni menos, lo que a mí me pasó. El resultado, si decidís probarlas, es algo más que bueno y repetiréis, eso seguro.
Ingredientes para 4 personas:
- 800 grs. de patatas.
- 4 huevos hermosos.
- 1 ajo.
- 1/2 cebolla.
- Perejil, tomillo, orégano, romero, pimentón picante (Las cantidades en hierbas, si son secas, puede ser una cucharada de cada, depende lo que os gusten; si las hierbas son frescas, vaya suerte, no tengáis miedo y usadlas procurando que no se frían, echándolas cuando las patatas tienen su caldo)
- Aceite, sal y caldo de ave o una pastillita.
Elaboración:
Pelamos las patatas y las partimos en trozos regulares, que quepan en la cuchara, las rociamos con un poco de aceite, ponemos sal y las hierbas secas que hayamos elegido. Las reservamos. Si habéis elegido hierbas frescas este paso os lo podéis ahorrar.
En una cazuela amplia, donde puedan cocerse las patatas con comodidad, ponemos un fondo de aceite para el sofrito y que se vaya calentando.
Partimos el ajo y la cebolla en trozos muy finos y los llevamos a la sartén con el aceite a medio calentar.
Procuramos que el ajo y la cebolla no se quemen (para eso el fuego bajo es lo mejor) y cuando la cebolla esté transparente, añadimos las patatas, con ayuda de una cuchara de palo les damos una vueltas, pero no tienen que dorarse, añadimos caldo o agua hasta que las cubra y las dejamos cocer hasta que estén tiernas. (Si las hierbas son frescas, este es el momento de ir rompiendo las mismas con la mano y echarlas al caldo, remover bien y hasta que las patatas estén en su punto).
Escalfamos los huevos y ponemos uno en cada plato.
Sugerencias útiles:
Escalfar un huevo es lo mismo que freírlo, pero con agua y además no salta nada. Os digo como lo hago:
En un cazo antiadherente ponemos una cantidad de agua abundante y echamos una cucharada de vinagre, cuando rompa a hervir echamos los huevos (de uno en uno) y cuando veamos que la clara empieza a blanquear, con ayuda de una espumadera vamos recogiendo la misma sobre la yema lo dejamos lo más bonito posible y sacamos a un plato para que escurran antes de servirlo, recordad que la cocción debe ser lenta. Esta es la forma más común de escalfar un huevo, pero hay otras que iré pasando poco a poco y que seguro ya conocéis, pero yo tengo que rellenar estas páginas.