Patatas con bacalao

Patatas, lentejas, garbanzos, bacalao, comidas obligadas, por lo baratas, en las mesas de los años 40, 50 y 60 del pasado siglo, los que teníamos suerte podíamos acompañarlas de algo, un hueso de jamón, unas lascas de bacalao o sabe Dios qué, que nuestras madres y abuelas eran muy ingeniosas.

En este plato, que en mi casa era casi un lujo, mi madre nos advertía: "no se dejan ni las raspas que no todos los niños tienen la misma suerte" y quizás, también de ahí una coplilla que cantábamos en la calle jugando al corro: comí, comí, comí, patatas con bacalao, comí, .....la raspa se me ha atravesado. Son esas cosas que nunca se olvidan y te ayudan a pensar que cualquier tiempo pasado no fue mejor, ni peor, sólo fue diferente y era lo que tocaba. Y os puedo asegurar que, dentro de un orden, nos sentíamos felices.

Ingredientes para 4 personas:

  • 600 grs. de patatas
  • 4 lomitos de bacalao
  • ¼ de pimiento rojo y verde
  • ½ cebolla
  • 1 tomate rallado
  • 1 ajo, perejil, laurel
  • 1 vaso del agua del remojo y 1 vaso de caldo de pescado o agua, hasta cubrir las patatas.
  • Aceite, sal y pimienta de molinillo

Elaboración:

Si el bacalao es en salazón, ya sabéis 48 horas en remojo y cambiar el agua al menos dos veces. Si habéis elegido un bacalao fresco o desalado, os ahorráis este paso. Con 300 grs. de migas de bacalao lo podéis hacer igual, pero no os saldrá tan vistoso.

Una vez desalado el bacalao lo ponemos a escurrir y los secamos con un papel de cocina. Reservamos un vaso del agua del desalado.

Picamos la cebolla y los pimientos y los ponemos a pochar en una cazuela con 4 cucharadas de aceite y un poco de sal fina.

Una vez pochadas las verduras, añadimos el tomate rallado y dejamos que se guise unos momentos. Machacamos el ajo con una ramita de perejil y lo incorporamos a la cazuela.

Partimos las patatas en cachelos, tamaño cucharada, y las incorporamos a la cazuela, las dejamos rehogar unos 5 minutos, añadimos el caldo del remojo, dejamos que rompa a hervir y probamos como va de sal, a continuación y si las patatas no están cubiertas por el líquido añadimos más agua caliente o caldo de pescado. Es importante probar la sal por si fuera necesario rectificar.

Una vez las patatas en su punto incorporamos el bacalao a la cazuela, la tapamos, apagamos el fuego y dejamos que termine de hacerse con el calor residual.

Sugerencias útiles:

El bacalao, para mi gusto, no debe estar tan desalado que haya que añadirle sal, debe estar ligeramente sabroso y que en el tiempo de cocción vaya soltando la que le quede, yo sé que es un punto difícil de conseguir pero hay que intentarlo.

La migas de bacalao hacen muy buen apaño, pero hay que elegirlas de buena calidad y que no sean las tiras que van pegadas a la piel que resultan correosas.

Yo suelo sazonar las patatas con un poco de sal, muy poca, pero la verdad es que tengo mucha práctica desalando el bacalao.

Si preparáis un poco de mayonesa casera y una vez en los platos incorporáis una cucharada, cambiará completamente el plato.

En cuanto a la receta que os he pasado nada que ver con las de antaño, esta podría decirse que sí es de lujo.