Pimientos rellenos de bacalao y gambas

En la familia de mis abuelos maternos,  los pimientos rellenos eran  una tradición, además hechos a la antigua usanza, los de la tía Mari de Bilbao (así llamada para distinguirla de la tía Mari de Madrid, originales ¿eh? dos hermanas, que bien podían haber tomado sus segundos nombres, Elena  y Magdalena, pues no, así somos). Como os decía,  aquellos pimientos no tenían comparación con ningún otro, hechos desde el principio hasta el final sin abrir un bote y con el auténtico changurro. Cualquier día que me de la ventolera os paso la receta, que la tengo, y de paso deleito a mi familia.

Ingredientes para 16 pimientos:

  • 16 pimientos para rellenar y 4 más para la salsa
  • 300grs. aprox. de bacalao desalado, en lomos o migas 
  • 150 grs. de gambas
  • 1 cebolla dulce mediana, 2 dientes de ajo
  • 3 cucharadas de harina para la bechamel y 1 más para la salsa
  • ½ litro de leche aproximadamente
  • Ralladura de nuez moscada
  • 1 vasito  de caldo de pescado.
  • 1 envase pequeño de nata para la salsa

Elaboración:

Sacamos los pimientos de la lata y los ponemos a escurrir, antes de rellenarlos los secaremos ligeramente con papel de cocina.

Partimos los lomos de bacalao, si hemos elegido migas las limpiamos bien de las hebrillas que puedan tener y las picamos (tanto los lomos, como las migas debemos desalarlos, los lomos 48 horas y las migas 24 horas, cambiándoles el agua al menos 3 veces) .

Pelamos las gambas y si son muy grandes las podemos partir.

La cebolla la hacemos trocitos muy menudos.

Hacemos trocitos los dientes de ajo, también muy menudos.

Con todo esto ya preparado, podemos ponernos con la bechamel, que yo se hacerla y me sale bastante bien, pero otra cosa es explicarla, sirva como guía lo que mi madre me dijo cuando me enseñaba a hacerla: "A la bechamel hay que marearla, cuantas más vueltas la des más fina va a salirte". Bueno, pues con este consejo no podemos fallar, manos a la obra:

En un cazo amplio, ponemos un fondo de aceite y una nuez de mantequilla, dejamos calentar sin que eche humo e incorporamos la harina, que cocinaremos unos segundos para que no tenga sabor a crudo, vamos incorporando la leche `poco a poco y damos vueltas con una varilla (empieza el mareo), cuando la leche esté incorporada y sin grumos en la salsa, añadimos el huevo duro muy picadito, las gambas y las migas de bacalao, si ha quedado demasiado espeso podemos añadir mas leche, debe quedar un poco menos consistente que para las croquetas, como punto final para nuestra bechamel pondremos un poco de nuez moscada rallada, y que no se nos olvide la sal. Todo esto sin dejar de dar vueltas a la salsa, para que se siga mareando.

Secamos los pimientos con un papel de cocina y con una cuchara pequeña los vamos rellenando y colocando en una fuente que sirva para el horno pincelada con un poco de aceite para que no se peguen, los reservamos hasta que tengamos hecha la salsa.

La salsa:

Ponemos en una sartén un fondo de aceite e incorporamos la cebolla muy picada, los ajos y los pimientos cortados en tiras, dejamos pochar muy lentamente, esto nos va a llevar 8 o 10 minutos aproximadamente, y añadimos la harina, cuando esté cocinada echamos un poco de caldo de pescado y a continuación la nata, hecho todo esto lo pasamos por la  minipimer y para que quede más fina por un colador (Yo utilizo un pasapurés muy fino, es más rápido que el colador) .

Cubrimos los pimientos con esta salsa y un poco de queso rallado, y llevamos al horno precalentado a 180º para gratinar durante 10 minutos, ni uno más. No es necesaria más cocción ya que todo está guisado previamente.

Sugerencias úitiles:

A veces y con el fin de no engordar, sustituyo la nata por leche evaporada, que también engorda pero está muy rica.

El secreto de estos pimientos está tanto en la bechamel como en la salsa, ambas deben ser muy finas y por supuesto sin un sólo grumo.

Si no os gusta el bacalao, podéis sustituir por merluza o cualquier otro pescado de vuestro gusto.

Ahora sólo nos queda disfrutar.