Pisto a mi estilo

Hay tantas maneras de hacer pisto manchego como cocinillas dispuestos a hacerlo, nunca he pensado que el mío pudiera ser el auténtico, pero si os garantizo que esta muy rico, y es un plato, sobre todo en verano, que puede ser un fondo de nevera estupendo, de modo que manos a la obra. Los restos de pisto tienen muy buen aprovechamiento.

La idea del pimiento rojo me la dió Malile, que dice que no guisa, pero come todos los días. ¿?  

Ingredientes para unos cuantos bien repartido

Aproximadamente la misma cantidad de todos los ingredientes, si acaso de los que más nos gusten añadimos un poco más. 

  • 300 gramos de calabacines
  • 300 gramos de pimientos verdes italianos
  • 1 pimiento rojo
  • 300 gramos de patatas para freír
  •  ½ cebolla, no muy grande
  • 800 gramos de tomates maduros pelados 

Elaboracion:

Pelamos y cortamos en medios aros los calabacines, los ponemos en una sartén con el aceite no muy caliente a fuego lento, un poco de sal y si es posible, los tapamos para que suden. Cuando estén fritos y sin que lleguen a dorarse, los escurrimos y los reservamos en un plato.

Limpiamos de pepitas los pimientos, los partimos longitudinalmente en 4 tiras, y estas en trozos regulares, los ponemos a freir con un poco de sal en el mismo aceite de los calabacines,  los tapamos y dejamos que se vayan haciendo muy lentamente. Una vez fritos los sacamos y mezclamos con los calabacines.

Limpiamos y partimos el pimiento rojo,lo salamos y  freimos en el mismo aceite, que como lo estamos haciendo a fuego muy lento, no se nos quema y llegaremos con él hasta el final, una vez frito lo escurrimos y ponemos en la misma fuente que los anteriores.

Partimos la cebolla en medias lunas y la freímos en el mismo aceite, una vez frita la pasamos a la fuente y reservamos.

Pelamos los tomates, los partimos lo más menudos posible y los freimos, si es necesario quitamos o ponemos aceite en la sartén. Los tomates estarán fritos cuando hayan consumido la totalidad del agua que sueltan, en ese momento mezclamos todos los ingredientes en la sartén y los dejamos cocer juntos 2 o 3 minutos, para unificar los sabores. 

Pasamos todo junto a la fuente de servir o al recipiente donde vayamos a guardarlo, porque os aseguro que está mejor de un día para otro.

 Las patatas no aguantan demasiado bien el paso del tiempo, por lo que será conveniente freirlas en el momento de su utilización, yo las suelo partir en cuadraditos y las frío en abundante aceite.

Ya sabemos como tiene que ser su consistencia, porque todos lo hemos comido alguna vez en nuestra vida.

Sugerencias útiles:

Es un plato muy socorrido para tener en la nevera y que nos sirva de soporte en cualquier momento. Es una excelente guarnición tanto para carnes como para pescados, pero en mi casa con 2 huevos fritos y una barra de pan, tocamos el cielo con las manos.

Aquí se aprovecha todo:

Si nos ha sobrado y no sabemos que hacer con él, con una latita de bonito y una obleas, que venden hechas, tenemos unas empanadillas de lujo.

Si queremos algo mejor, una base de pizza, ya hecha, un poco de chorizo y queso rallado, "cena napolitana".

Con dos bases de hojaldre ya hecho, y algo mas de nuestro gusto, tenemos una empanada.

Una tortilla, dicen que paisana, hay que tener mucha paciencia para cuajarla  y escurrir el pisto hasta que se quede como una pasa. Y como una variante de la tortilla un magnífico pastel, con un poco de nata y al horno, que seguro nos lo cuajará sin complicaciones, eso si, baño maría, 180º y 30 o 35 minutos de cocción.

Cualquier cosa menos tirar los restos.

¿HAY QUIÉN DE MAS POR TAN POCO?

Los ingredientes podemos variarlos al gusto, yo me suelo pasar en tomate y escasear en cebolla. Manías. Antes de sacarlo del fuego, probadlo y rectificar de sal, si es necesario, yo no suelo poner azúcar al tomate, pero si no os gusta el ácido, un poquito no estorba, pero tanto la cebolla, como el calabacín van a suavizar el tomate.