Revuelto de morcilla de Burgos

Ya sabéis que la morcilla de Burgos y yo somos íntimas, no obstante, si tenéis preferencia por otra variedad, pues... en eso consiste el gusto. 

Elaboración:

Ponemos en el fondo de una sartén una nuez de mantequilla y un poco de aceite y acercamos al fuego

Quitamos la piel a la morcilla y la desmenuzamos, la echamos a la sartén y rehogamos ligeramente, esparcimos por encima los piñones y removemos bien, a fuego medio bajo para que temple la morcilla sin secarla.

Ponemos el huevo sin batir encima de la morcilla y vamos cuajando la clara, en el último momento cuajamos la yema, de esta forma se seca menos.

Repartimos el revuelto sobre las tostas y adornamos con algunos piñones que nos hayan sobrado, también podemos hacerlo con pasas de Corinto o con ambos.

Sugerencias útiles:

Si vemos que el revuelto se nos queda seco podemos añadir un poco de leche o nata, pero es fundamental que se haga muy lentamente.

Este revuelto se puede enriquecer con 2 o 3 espárragos blancos cortados en tiras, los añadiríamos al final del guiso.