Salsa americana

Sin salir de la receta, os ofrezco dos opciones para preparar esta salsa. La primera que, por la cantidad de ingredientes, os llevará más tiempo y la segunda, que es ideal cuando se tiene algo más de prisa. El resultado final, en ambos casos, os dejará más que satisfechos. Disfrutadlas.

La salsa americana, por su ingredientes es, en mi opinión, sólo para pescados, mariscos, pastas, patatas y arroces. Puede que haya algún atrevido que la mezcle con carnes, a lo mejor con algo de pollo a la plancha, bueno como digo siempre, la cuestión es probar. Yo la hago con cabezas de mariscos, y de pescados, de otras preparaciones, que voy guardando en el congelador. 

Me dicen que hay quien, a esta salsa, le pone 1 o 2 nécoras, yo prefiero comerme las nécoras a la plancha y utilizar cosas menos nobles pero igual de ricas para la salsa. Ya sabéis que soy muy práctica. 

Ingredientes:

  • ½ kilo de cabezas de gambas, de langostinos, o las que tengáis
  • espinas y cabeza de rape
  • 6 dientes de ajo
  • 1 puñado de perejil fresco
  • 1 rebanada de pan frito o tostado, procurar que no se queme, pues pondría la salsa de un color poco agradable.
  • 1 trozo de puerro muy picado,
  • 1 zanahoria, 1 cebolla, 1 rama de apio
  • 1 tomate bien maduro
  • 2 cucharadas de concentrado de tomate
  • 1 vaso de vermú blanco
  • 1 vaso de vino de jerez (hay quien le pone coñac o brandy, a mí me resulta demasiado fuerte).
  • 1 litro de caldo de pescado, puede ser de brik o de cubito
  • 1 fondo generoso de aceite
  • Sal, pimienta molida

Elaboración:

Ponemos al fuego una olla con un buen fondo de aceite, y antes de que humee, echamos las cabezas y las espinas, con un poco de sal y empezamos a rehogarlas a fuego moderado, es importante que nada se nos queme, para conseguir un bonito color en nuestra salsa.

Partimos las verduras a groso modo y las vamos incorporando a las cabezas, no importa el orden, ponemos un poco de pimienta recién molida y sal.

Cuando las verduras lleven cociendo 6 u 8 minutos incorporamos la rebanada de pan y a continuación bañamos con los vinos, dejamos que evapore el alcohol y echamos el caldo, dejamos cocer todo junto unos 20 minutos.

Quitamos las cabezas y las espinas del pescado, retiramos la olla del fuego y echamos su contenido en la batidora, que pondremos a la máxima potencia, batimos muy bien y colamos la salsa.

Sugerencias útiles:

Si no la vamos a utilizar en el momento la podemos congelar.

En esta salsa, podemos cocer cualquier tipo de pescado, merluza, rape, bacalao, etc., para mi gusto mejor pescados blancos.

Con esta salsa hecha y unos cuantos pescados ligeramente pasados por la sartén, podemos hacer una estupenda zarzuela de mariscos y pescados. 

Salsa americana práctica, sencilla y resultona

Todos los días nos gusta comer bien, pero no todos los días tenemos tiempo para hacer una salsa de primera, es entonces cuando tenemos que echar mano de soluciones más prácticas, sencillas y resultonas, que no merman para nada el buen gusto que queremos dar a nuestros platos y a nosotros mismos. 

Con las cantidades que os doy, os saldrá una cazuelita y media como la de la foto. Ya sabéis, aumentar o disminuir a vuestro gusto, pero ni se os ocurra tirar si os sobra algo.

Ingredientes:

  • ½ cebolla
  • 1/2 pimiento rojo, 1 ajo
  • las cabezas de 12 gambas o langostinos
  • 1 vasito de vino blanco al GUSTO
  • 1/2 litro de caldo de pescado, puede ser de cubito.
  • 1 cucharadita de harina
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 3 cucharadas de tomate frito
  • Aceite de oliva, sal y pimienta de molinillo

Elaboración:

Ponemos una sartén al fuego para que se vaya calentando y añadimos un fondo de aceite y la mantequilla.

Picamos la cebolla muy menuda y la incorporamos a la sartén con el fuego medio bajo, para que se vaya pochando lentamente.

Picamos el ajo y lo añadimos a la cebolla, dejamos que siga pochando.

A continuación echamos el pimiento rojo muy picadito, y si no nos supone un sacrificio lo pelamos, para que se haga antes.

Lavamos las cabezas de gambas las secamos ligeramente y las incorporamos a la sartén, las aplastamos con ayuda de una cuchara para que suelten bien todos los jugos, dejamos pochar hasta que veamos que las verduras están rendidas (flojitas quiero decir), es el momento de echar el vino que hayamos elegido y dejamos que evapore el alcohol, momento en el que incorporamos la cucharadita de harina, y que se guise bien para que no sepa a crudo, finalmente le ha llegado su turno al tomate frito, mezclamos todo e incorporamos el caldo, dejamos cocer unos minutos.

Lo probamos de sal y rectificamos si es necesario, si ha quedado demasiado espeso, podemos añadir más caldo.

Dejamos reposar unos momentos para que se atempere, retiramos las cabezas y lo ponemos en el vaso de la batidora (lo podemos batir con la batidora de brazo), una vez bien triturado lo colamos, comprobamos que nos gusta su textura y listo para servir.

Utensilios de cocina:

Para estas ocasiones y otras parecidas, se nos hace imprescindible tener un COLADOR con una malla superfinísima, así como un PELADOR DE PATATAS, con el que no se nos resistirán los pimientos y en un momento, los tenemos pelados.

Sugerencias útiles:

El paso del pelado de los pimientos, es sólo para facilitar la rapidez en la cocción, ya que los vamos a triturar y posteriormente los pasaremos por un colador.

El vino que yo utilizo es AL GUSTO, ya os he hablado de él en otras recetas, y está a mitad de camino entre un brandy y un vino blanco oloroso, podéis usar el vino que más os guste, se trata de emborrachar un poco los elementos.

Cuando notéis que un sofrito se os queda escaso de aceite, podéis añadirlo durante la cocción, es mejor añadir a que nos quede la salsa grasienta.

Con esta salsa, si os sobra, podéis enriquecer una sopa de pescado, o acompañar unas patatas, arroz blanco, etc., mejor eso que tirarla, que aunque sea sencilla nos ha llevado su tiempo hacerla.