Sopa de legumbres y carnes, "Harira" 

Si leemos un poco sobre cocina mediterránea, o los más afortunados, comprueban en el sitio las cocinas de los diferentes países, por ejemplo del Norte de África (ahora casi una misión  imposible), comprobarán digo, la similitud de las cocinas de estos países con la nuestra, y no es una casualidad, es que el Mare Nostrum, es muy nuestro y muy mar, todos lo compartimos, lo que ha dado lugar a una cultura culinaria de siglos, que no debemos dejar escapar por perseguir nuevas modas.

Sopas de legumbres, pucheros, adafinas, hay muchos, yo en mi casi ignorancia, diría que hay tantos como pueblos en cada país, o en cada casa si afinamos un poco. Esta sopa de legumbres, originaria de Marruecos bien podría ser uno de  nuestros potajes, servido todo junto, o nuestras lentejas con verduras "sanitas" y así con todo. Los países árabes, para nuestro gusto, quizás se pasan un poco en el uso de las especias.

Como siempre mi cocina, además de nuestras recetas tradicionales y de familia, incluye otras comidas que voy copiando y adaptando a nuestro gusto, el de mi familia, para luego, una vez experimentadas compartir con todos vosotros y decir eso de  "ahora la receta es vuestra transformadla como os parezca". 

Elaboración:

Hacemos un caldo con los huesos de ternera, pollo, gallina y el puerro, un poco de sal. Lo reservamos

En una olla grande ponemos un fondo de aceite de oliva, y antes de que humee, incorporamos los ajos partidos, la cebolla, el pimiento y la zanahoria, cuando hayan sofrito un poco, añadimos el tomate pelado y troceado dejamos que sofría todo junto unos minutos. A continuación incorporamos  las espinacas troceadas y un poco de pimentón, lo cubrimos con un poco del caldo que ya tenemos hecho y dejamos cocer hasta que las espinacas estén a nuestro gusto.  

Sacamos las legumbres de sus respectivos botes, las ponemos en un colador y una vez lavadas las incorporamos a la olla, echamos el resto del caldo que hemos preparado. Recordad que es una sopa por lo que debe ser ligeramente caldoso.

Este sería el momento de añadir las especias, en mi opinión, no deben faltar: cominos, cúrcuma, curry y jengibre, si no tenéis costumbre haced una mezcla a partes iguales de todas ellas e ir echando con precaución, hasta conseguir vuestro sabor.

Preparamos las albóndigas:
En un plato ponemos la carne e incorporamos el huevo y un poco de pan rallado, pimienta negra recién molida y sal,  lo mezclamos bien y hacemos las bolitas correspondientes, que no deben ser muy grandes, las pasamos por harina y freímos ligeramente en una sartén con aceite. Según las vamos sacando de la sartén las vamos incorporando a la cazuela, añadimos un poco de jengibre rallado y una pizca de cominos. En cinco minutos listo para llevar a la mesa.

Sugerencias útiles:

En este caso, cualquier sugerencia debe pasar por las especias, que siempre serán las que nos gusten y las cantidades, lo mismo. No obstante os podéis dar un paseo por las recetas que publica internet sobre esta comida, la más popular de Marruecos, y sin duda encontraréis más ideas.