Ensalada Waldorf

Ya se lo que me vais a decir: está más vista que el T.B.O. Lo veremos, porque el TBO, tampoco está tan visto, estoy segura de que muchos de los chavales que todos alojamos en nuestras casas: nietos, sobrinos, hijos de amigos, incluso hijos propios,  no saben ni de que les estoy hablando, ellos tienen su tablet y ese es su mundo, su TBO. No hay una tablet que sustituya a una buena ensalada Waldorf, ni falta que hace, opero sí podemos incluir alguna innovación que, sin hacerla irreconocible, nos dé qué pensar.

Los que ya tenemos unos años sabemos que esta ensalada tiene, como poco,  más de un siglo, que se originó en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York y que hizo las delicias de los clientesdel mismo. Pero no es eso lo más interesante, aunque siempre convenga conocer un poco de la historia de las cosas; lo más interesante para mí, que además de ama de casa soy una cocinillas infatigable, lo que de verdad importa es saber que al principio esta ensalada contenía muy pocos ingredientes, tan pocos como tres o cuatro, a saber: manzanas ácidas, apio (que no puede faltar en un plato made in USA) , mayonesa y algún fruto seco. Ingredientes que siempre hay en el mercado, pero con el paso del tiempo, y en eso parece que los americanos me oyeron mucho antes de que yo naciera, "la cocina no debe ser aburrida" , y ahí se desató el rock and roll  Con el paso del tiempo no la conoce ni su creador.

Vamos a ello


Ingredientes:


1 o 2 cogollos de lechuga.

1 o 2 manzanas ácidas, la Granny Smith es muy rica para esto.

1 ramita de apio (un americano que se precie pondrá una mata completa).

1 docena de uvas  al gusto (mi gusto: moscatel).

1 yema de huevo., una cucharadita de mostaza de Dijón.

Vinagre de Jérez al gusto (hagamos patria).

Aceite de oliva. Sal 

Unas cuantas nueces, podéis sustituirlas por otro fruto seco, a mí me pueden las nueces de California que, por cierto, son extremeñas.

Y como yo sigo haciendo Patria, y además es mi ensalada, le pongo como elemento caprichoso unas lascas de jamón, cuanto mejor, mejor. 

¿Veis como ha cambiado la cosa? 

Prohibido aburrirse en la cocina. 

Pero tengo que decir que no todos estos cambios son míos, la primera vez que la comí, por cierto en el Hotel Monte Igueldo de San Sebastían, en el verano de 1970, ya estaba cambiada pero sin jamón. Cosas de los vascos,  igual nos hubieran podido poner bacalao.


Elaboración:

Ya he dicho en varias ocasiones que ultimamente compro mayonesa de bote, rica, casera y no dá trabajo.

Ponemos en un bol 4 cucharadas de mayonesa, añadimos la yema de huevo y mezclamos, cuando esté bien integrada aliñamos con aceite, vinagre, mostaza de Dijón y rectificamos de sal, si fuera necesario. Emulsionamos todo bien y reservamos.

Partimos las ramas de apio en trozos pequeños, después de haber quitado las hebras y las dejamos en un bol donde nos quepan el resto de los ingredientes.

Pelamos y partimos las manzanas en cuadrados similares a los trocitos de apio, las dejamos en el mismo bol.

Ponemos en el bol las uvas.

Es el momento de rociar todos estos elementos con  la salsa que hemos preparado, lo mezclamos con cariño y dejamos un ratito en maceración, depende de nuestras prisas.

Lavamos los cogollos y los centrifugamos, o en su defecto, secamos hoja por hoja, no puede quedar una gota de agua. Apartamos unas hojas enteras de las más lucidas para adornar el plato, y el resto de los cogollos los cortamos en trocitos. Reservamos sin ponerlos en el bol.

Las hojas de lechuga que tenemos enteras las colocamos alrededor de la fuente y  hacemos una cama con la lechuga cortada,  encima colocamos bien repartidos todos los ingredientes que tenemos macerando, con su salsa.

Nuestra ensalada lista, no tardéis mucho n sacarla a la mesa que la salsa pone mustias las lechugas. Y si habéis sido capaces de llegar hasta aquí, ahora os paso unas sugerencias, que os pueden resu´ltar útiles.

Sugerencias útiles:

Esta ensalada como casi todas admite lo que le queramos poner, sin extravagancias; así como nunca veréis en un plato mío unas aceitunas, si os podéis encontrar, escondido en lo más recóndito unos trozos de huevo cocido, de zanahoria cruda o de pepino, pero poco más, o mejor dicho cada vez uno. No hay que cargar demasiado.

Podéis utilizar la mayonesa de bote, tal cual, pero a mí me gusta darle un toque.

Y como siempre os digo, esta ensalada ya es vuestra, poned y quitad a vuestro gusto lo que os parezca.








Ensalada Waldorf

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