Tortillitas de camarones
¿Quién ha pisado C´adiz, La Tacita de Plata, y ha regresaado a su lugar de origen sin haber probado sus suculentas tortillitas de camarones? Tampoco podemos dejar de lado su magnífico bienmesabe (cazón adobado) o las cañaillas, y por supuesto sus camarones.
Aunque para ser justos, debemos pasar por San Fernando, o Isla de León hasta 1813, lugar de origen de artistas tan conocidos como Camarón de la Isla, Niña Pastori o Sara Baras. Y también los creadores de las célebres tortillitas.

Ingredientes:
- 150 grs. de camarones, mejor crudos.
- 75 grs. de harina de trigo.
- 25 grs. de harina de garbanzos.
- 1 cucharadita de cúrcuma o colorante alimentario (mejor la cúrcuma).
- 1 cebolla pequeña.
- 1 diente de ajo, 1 manojito de perejil.
- 1 litro de agua helada (hay quien los hace con cerveza).
- Sal, aceite de oliva y, si nos gusta, un poco de pimienta recién molida.
Elaboración:
Picamos el ajo, la cebolla y el perejil lo más menudos posible lo mezclamos bien y los dejamos en un bol donde nos quepan con holgura los restantes ingredientes.
A continuación echamos la harina de trigo y mezclamos bien con todo lo anterior, sin olvidarnos de la harina de garbanzos y la cúrcuma que, sin ser imprescindible, va a dar un toque a nuestras tortillitas.
Mezclamos todo muy bien y es el momento de incorporar la sal y rallar un poco de pimienta negra (aunque si no nos gusta podemos prescindir de la misma).
Una vez todo lo anterior bien mezclado, es el momento de añadir el agua, poco a poco y moviendo con la ayuda de un batidor. La mezcla tiene que quedar como una crema. Añadimos los camarones y una vez todo bien revuelto lo dejamos reposar unos diez minutos en la nevera, mientras se calienta el aceite.
Ponemos a calentar una sartén con una buena cantidad de aceite, bajamos la temperatura a un fuego medio alto, es decir que se frían bien las tortillitas sin llegar a quemarse.
Y con ayuda de una cuchara o cucharón vamos echando la mezcla a la sartén, extendiendo la masa con la misma cuchara para que se formen los agujeritos que les dan ese aspecto de filigrana. Les damos la vuelta por un lado y al otro. Tienen que quedar planas, con agujeritos y cuscurritas.
Ponemos un plato con una servilleta de papel, para ir sacando las tortillitas al mismo y que escurran el exceso de aceite, nos deben quedar tostaditas y crujientes.
Sugerencias útiles:
Procurar no olvidaros de cumplir con el último punto de la recetas, no hay nada más desagradable que una tortillita blandurria y rebosante de aceite.
Hay quien echa en la masa un poco de pimentón picante, a nosotros no nos gusta, pero sí que le da un poco mas de gracia al plato, aunque éste ya tiene bastante.
Estas tortillitas no son buñuelos, aunque podrían serlo, por eso es imprescindible extenderlas bien con la cuchara.
Bueno pues ahora sólo deciros que os aprovechen y que no abuséis de ellas, no dejan de ser fritos y llevan harina. Sólo de vez en cuando, o como aperitivo podemos tomarlas.