Tosta de sardinas y salmorejo

Pues ya véis mis queridos vagonetos, con el mínimo esfuerzo y en muy pcos minutos,  preparamos unas tostas para disrutar con una cerve y algunos amigos en una noche calurosa de verano.

Nuestra Tati raras veces se presentará con un guiso elaborado con sus propias manitas, ya veis que no estáis solos, pero delicatesen de éstas, las que hagan falta, y así nos encontramos con unas deliciosas sardinas en salazón en nuestra nevera, producto de sus compras de caprichitos.

Se pueden comer como las anchoas, pinchadas en un palillo, una aceituna, con una piparra, un pepinillo, etc., pero a mí las Gildas no me han gustado nunca, por mucho que las pusiera de moda Rita Hayworth o Ernets Hemingwayy, nunca me han gustado las banderillas.

Unas buenas sardinas del Catábrico en salazón, o en su defecto unas anchoas, con un tomate picado y regadas con buen aceite de oliva...no hace falta que venga nadie a ponerlas de moda, que ya sabemos nosotros. 

Ingredientes para 4 personas:

  • 1 baguette partida a lo largo en 4 trozos.
  • 8 lomos de sardinas en salazón y aceite.
  • 1 taza de "salmorejo cordobés", lo podeis comprar hecho.
  • Unas lascas de queso rallado
  • 1 rociadita de AOVE

Elaboración:

Por la foto podéis ver que el pan era una barra de baguette, pero lo podéis hacer con el que más os guste.

Aquí tenéis la receta de "salmorejo cordobés", con sus correspondientes ingredientes, es una delicia hecho en casa, pero mucho más r´ápido el del súper, y ya está hecho.

Por lo demás sólo nos queda tostar el pan, poner sobre el mismo la cantidad de salmorejo que os apetezca, encima los lomos de sardinas y sobre todo ello unas lascas de queso, el que más os guste rallado en  el momento, y para rematar un chorrito de aceite de oliva, ya tenemos nuestras tostas que, por supuesto, podéis hacer en la cantidad que queráis.

Sugerencias útiles:

En mi caso y,  como las sardinas en salmuera no me gustan, soy la única de la familia que he nacido con esta tara, el mío lo hice un poco más pequeño, y con anchoas.

Si vais deprisa y no tenéis unos restos de salmorejo en la nevera, podéis rallar un tomate, aliñarlo con alguna hierba que os guste, albahaca, orégano, etc., un poco de sal y aceite y a daros el mismo gusto con distintos ingredientes. No se os olvide cambiar el nombre a las tostas.